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domingo, 12 de dezembro de 2010

Pasión



Cuando Orfeo tañe la lira plateada
llora un muerto en el jardín de la tarde,
¿quién eres tú que yaces bajo los altos árboles?
Murmura su lamento el cañaveral en otoño.
El estanque azul
se pierde bajo el verdor de los árboles
siguiendo la sombra de la hermana;
oscuro amor de una estirpe salvaje,
que huye del día en sus ruedas de oro.
Noche serena.

Bajo sombríos abetos
mezclaron su sangre dos lobos
petrificados en un abrazo;
murió la nube sobre el sendero dorado,
paciencia y silencio de la infancia.

Aparece el tierno cadáver
junto al estanque de Tritón
adormecido en sus cabellos de jacinto.
¡Que al fin se quiebre la fría cabeza!

Pues siempre prosigue un animal azul,
acechante en la penumbra de los árboles,
vigilando estos negros caminos,
conmovido por su música nocturna,
por su dulce delirio;
o por el oscuro éxtasis
que vibra sus cadencias
a los helados pies de la penitente
en la ciudad de piedra.

Georg Trakl
Versión de Helmut Pfeiffer

Mi corazón en el ocaso



Al atardecer se oye el grito de los murciélagos.
Dos caballos negros saltan en la pradera.
El arce rojo murmura.
El caminante encuentra el hostal en el camino.
Magnífico es el vino joven con las nueces.
Magnífico tambalearse ebrio en el bosque crepuscular .
A través del oscuro follaje suenan campanas dolorosas.
Ya sobre el rostro gotea el rocío.

Georg Trakl
Versión de Helmut Pfeiffer

Extraña primavera



Profunda luz. Las doce. En duro suelo
me abriga el sueño aquella vieja roca.
Tres ángeles detienen, suave, el vuelo.
Extraños ríen con extraña boca.

Baña los campos la fundida nieve.
Premonitoria es esta primavera,
y de aquel abedul se adentra, leve,
en frío lago larga cabellera.

Veloz acerca el ala hermosa nube,
cintas azules en el cielo brillan...
Risueño en ellas mi mirar detuve.
Los ángeles piadosos se arrodillan.

De un pájaro encantado se levanta
muy claro y fuerte el trino de metal
y lúcido, yo escucho lo que canta:
¡Tu dicha no, tu muerte sí, mortal!

Georg Trakl
Versión de Ángela Becker

En la oscuridad



La primavera azul silencia el alma.
Bajo el húmedo ramaje del poniente
se hundió estremecida la frente de los amantes.

Oh, la cruz verdecida. En diálogo oscuro
se reconocieron hombre y mujer.
Junto al muro desnudo
camina con sus estrellas el solitario.

Sobre los senderos del bosque en claro de luna
reinó el desenfreno de cacerías olvidadas;
la mirada de lo azul
irrumpe de la roca derruida.

Georg Trakl
Versión de Helmut Pfeiffer

Decadencia



Al atardecer cuando tocan a paz las campanas,
Sigo de las aves el maravilloso vuelo
Que en largas bandadas como devotos peregrinos
Desaparecen en las claras vastedades del otoño.

Deambulando a través de umbrosos patios
Sueño yo en sus lúcidos presagios,
Y siento que de las sabias horas no podré apartarme.
Así prosigo, por sobre nubes, tras sus viajes.

He aquí que un hálito me hace temblar ante las ruinas.
El mirlo clama entre las ramas deshojadas.
Oscilan las rojas vides entre rejas herrumbrosas.

Entretanto como un corro mortal de pálidos infantes
En torno al oscuro borde de pozos en descomposición.
Se inclinan ante el viento, enteleridas, azules ramas.

Georg Trakl
Versión de Walter Hoefler

De profundis



Existe un campo de rastrojos donde cae una lluvia negra.
Existe un árbol pardo que se alza solitario.
Existe un viento que susurra entre chozas vacías.
Qué atardecer tan triste.

A la orilla de la aldea
la dulce huérfana recoge escasas espigas.
Sus ojos redondos y dorados recorren el crepúsculo
y su seno anhela al esposo celestial.

De regreso al hogar
unos pastores hallaron el dulce cuerpo
descompuesto en el espino.

Una sombra soy lejos de oscuras aldeas.
El silencio de Dios
bebí en la fuente del bosque.

Sobre mi frente golpeó un frío metal.
Arañas buscan mi corazón.
Hay una luz que se extinguió en mi boca.

De noche me encontré en un páramo,
colmado de deshechos y de polvo de estrellas.
En los avellanos
tintinearon ángeles cristalinos.

Georg Trakl
Versión de Helmut Pfeiffer

A los enmudecidos



Ah, la locura de la gran ciudad cuando al anochecer,
junto a los negros muros, se levantan los árboles deformes
y a través de la máscara de plata se asoma el genio del mal;
la luz con látigos que atraen ahuyenta pétrea noche.
Oh, el hundido repique de las campanas del crepúsculo.

Ramera que entre escalofríos alumbra una criatura
muerta. La ira de Dios con rabia azota la frente de los poseídos,
epidemia purpúrea, hambre que rompe verdes ojos.
Ah, la odiosa carcajada del oro.

Pero una humanidad más silenciosa sangra en oscura cueva
forjando con metales duros el rostro redentor.

Georg Trakl
Versión de Helmut Pfeiffer

terça-feira, 7 de dezembro de 2010

THE GYPSY

Nikolai Yaroshenko. 1846 - 1898. Russia

The gypsy knew in advance
Our two lives star-crossed by night
We said farewell to her and then
from that deep well Hope began
Love heavy a performing bear
Danced upright when we wanted
And the blue bird lost his plumes
And the beggars lost their Ave
We knew quite well that we were damned
But hope of love in the street
Made us think hand in hand
Of what the Gypsy did foresee


Guillaume Apollinaire

THE BELLS



   My gipsy beau my lover
Hear the bells above us
We loved passionately
Thinking none could see us
But we so badly hidden
All the bells in their song
Saw from heights of heaven
And told it everyone
Tomorrow Cyprien Henry
Marie Ursule Catherine
The baker’s wife her husband
and Gertrude that’s my cousin
Will smile when I go by them
I won’t know where to hide
You far and I’ll be crying
Perhaps I shall be dying

Guillaume Apollinaire

CLOTILDE

Anemone Japonica

  The anemone and flower that weeps
have grown in the garden plain
where Melancholy sleeps
between Amor and Disdain
There our shadows linger too
that the midnight will disperse
the sun that makes them dark to view
will with them in dark immerse
The deities of living dew
Let their hair flow down entire
It must be that you pursue
That lovely shadow you desire

Guillaume Apollinaire

ANNIE

Pintura by Berthe Morisot

   Sur la côte du Texas
Entre Mobile et Galveston il y a
Un grand jardin tout plein de roses
Il contient aussi une villa
Qui est une grande rose

Une femme se promène souvent
Dans le jardin toute seule
Et quand je passe sur la route bordée de tilleuls
Nous nous regardons

Comme cette femme est mennonite
Ses rosiers et ses vêtements n'ont pas de boutons
Il en manque deux à mon veston
La dame et moi suivons le même rite.

Guillaume Apollinaire

LE CHAT



Je souhaite dans ma maison:
Une femme ayant as raison,
Un chat passant parmi les livres
Des amis en toute saison
Sans lesquels je ne peux pas vivre.

Guillaume Apollinaire

LE DROMADAIRE


Avec ses quatre dromaidares
Don Pedro d’Alfaroubeira
Courut le monde et l’admira.
Il fit ce que je voudrais faire
Si jávais quatre domadaires.

Guillaume Apollinaire

UN PÁJARO CANTA


Canta un pájaro no sé dónde
Debe ser tu alma siempre en vela
Que entre los soldados se esconde
Su canto me encanta y desvela

Escucha canta tiernamente
No sé desde qué rama canta
Mas noche y día eternamente
Semana y domingo me encanta

Qué decir del pájaro que ama
Su transformación milagrosa
Del alma que canta en la rama
De amor en cielo y cielo en rosa

Ave del soldado es amor
y es mi amor una hermosa niña
La rosa es menos bella y por
Mí solo el pájaro azul trina

Ave azul como el corazón
Azul que entre mi pecho llora
Haz que oiga tu dulce canción
La funesta ametralladora

Que restalla en la lejanía
Siembran astros con su canción?
Va así la noche va así el día
Amor azul como mi corazón

Guillaume Apollinaire
Versión de Andrés Holguín